martes, 18 de junio de 2013




A media tarde y estando en el centro decidí entrar a algún lugar para comer antes de un compromiso que tendría mi chica ahí mismo. Con mucho tiempo de sobra quisimos probar el restaurante House dentro del hotel Las Casas b + b que me habían ya recomendado y al cual tenia ganas de visitar por algunas fotos que vi en redes sociales. El hotel se encuentra al final de la plazuela, la entrada es del lado de bulevar Juarez.

Al pasar solo cercar de la entrada para revisar un poco la carta, nos invitaron a pasar muy amablemente. Nos dieron a escoger la mesa que quisiéramos porque el lugar estaba desértico. La ambientación es muy agradable y la decoración muy peculiar. Casi todo en el lugar es blanco, decorado con libreros de aspecto viejo y lleno de libros, manzanas verdes, y flores también blancas. en una pared esta un  pizarrón enorme de color negro y el cual solo tiene dibujado con gis blanco el logo del restaurante. Hay una mesa grande para 8 personas y la cual tiene todas sus sillas diferentes entre sí, incluso la mesa no es igual a las otras mesas. Todas las otras mesas son de madera pintadas de blanco al igual que las sillas, que también son de madera y  la parte para sentarse de paja tejida.

Luego de estar husmeando el lugar llegó el mesero a ofrecernos la carta, la cual no fue para nada de mi agrado porque es una hoja impresa suelta. Ni siquiera un protector de hojas tenía, lo cual es algo sin mucho chiste, un hotel como ese y un restaurante con los precios que tiene como ese, debería invertir más al darle mejor vista a su carta. Estoy de acuerdo que el concepto es de sobriedad y a la vez un ambiente relajado y fresco, pero se puede hacer lo mismo con otra cosa mejor.

Salí de ahí enamorado de los cubiertos, son una cosa maravillosa y muy curiosa, están al centro de la mesa metidos en un vaso grande de cristal y tienen un diseño curvo y delgado que hasta me quería llevar uno. de verdad que están para admirar.

Luego de ver la hoja (menú), ordenamos unos tacos de pastor de 120 pesos. Son 4 tacos servidos en un plato rectangular alargado y con otro plato igual que lleva todas sus guarniciones que pude llevar un taco (cebolla, cilantro, salsas y limones). Los tacos no están nada mal, pero por ese precio te esperas que pudieran tener alguna presentación fuera de tu imaginación, pero no, y la verdad he comido tacos mucho mejores y a 16 pesos la orden de 4, (recomiendo mucho los que están a lado de la iglesia del calvario, hablando que estamos en el centro)


Probamos también unos camarones de 155 que estaban servidos a forma de bocadillo en una rebanada de pepino, preparados con aceite de oliva, sandia y queso feta, los camarones prometen estar marinado con aceite y ajo pero no es perceptible el sabor. La presentación fue muy vistosa, obviamente no te los podías comer de un bocado, eran algo difícil de comer y tenían algo a lo que yo soy enemigo a muerte, PALILLOS, los palillos en platillos presentados no me gustan para nada, es un pedazo de madera no comestible, si no se come no se pone. Y que tal si no lo veo y le doy una mordida???
la verdad, a pesar de todo tenían muy buen sabor, la combinación del queso con la sandía fue muy agradable.

Pedimos también una ensalada que estaba deliciosa,se llamaba Napa, de 130, la cual tenía pechuga de pollo a la parrilla marinada en limón y ajo, lechuga sangría, manzana, cubos de aguacate, pasas y  crutones de ajo, la mezcla muy bien pero el pollo estaba muy cocido y un tanto seco, el sabor del ajo o el limón no se siente para nada.

Tienen una variedad de platillos, ensaladas, pizzas y emparedados, de los cuales me pedí uno de estos últimos. "El Sonoma" de 105, es un pan muy suave el cual lleva dentro queso brie, pera, lechugas y miel. la combinación muy buena pero derrepente un tanto seco porque puedes llegar a morder solo pan y no es muy agradable esa sensación. Siempre y cuando muerdas todos los ingredientes antes mencionados esta muy bien. Al sándwich lo acompañan unas papas cambray al romero que están buenísimas y también tienes un pequeño toque de chipotle a un lado.

Para beber tienen un bar bastante amplio con cocktelería de batalla, también venden aguas fiji, evian, perrier, san pellegrino, cosa que no encuentras en muchos lados, pero lo que me agrado bastante y se me hizo una idea genial, es que venden lulús, chaparritas, crush y boing. Aunque de lulú creo que la que no podía faltar, (y es que son fan), era la roja y la de uva y son las que no tienen, solo naranja, piña y limón. De todas formas eso es un toque y un detallaso que de verdad me gusto mucho.

La verdad se me hace un buen lugar para comer pero que creo que una vez que eliges lo mejor de la carta no hay mas de donde escoger, aunque confieso que regresaría con gusto.

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